ESTADO DE BIENESTAR
Estado de Bienestar ("Welfare State") exigía un modelo que repartiese los beneficios en un Estado más social y más comprometido. Un Estado que interviene en fomentar empleo, ayudar a los sectores más desfavorecidos, planificar políticas económicas etc.
El Estado de Bienestar es el sistema social vigente en las sociedades occidentales desde 1950 hasta hoy en día, y que implica la responsabilidad estatal que es garantizar unos derechos sociales sobre los ciudadanos que garanticen su supervivencia social.
Pero, ¿cuáles son esas coberturas sociales que el Estado debe proteger?
1.- Llevar una política económica que garantice el empleo a todos los/as ciudadanos/as.
2.- Servicios sociales de carácter universal que garantice necesidades básicas en educación, sanidad, vivienda y servicios sociales. Todos los ciudadanos tienen acceso a los servicios sociales universales.
3.- Responsabilidad estatal en el mantenimiento de un mínimo nivel de vida a todos los ciudadanos: salario mínimo, pensiones, ayudas sociales,...
La base del Estado de Bienestar es que un derecho social es una obligación del Estado. La institucionalización de este sistema se hace a través de la creación de Ministerios. El Estado invierte un gran gasto: 32% en pensiones, 22% en educación, 22% en sanidad, 17% en ayudas asistenciales y 5% en coberturas de desempleo (paro).
Entre el 1973 y el 1985 hubo una crisis del Estado de Bienestar debido a las dificultades del Estado en mantener y financiar las coberturas sociales; además de una pérdida de confianza y credibilidad del sistema. Desde 1985 hasta hace algunos años se ha dado una etapa de postcrisis. Una etapa en la que ya no había crisis de confianza, sino una ruptura ideológica entre sectores que defendían y negaban el sistema.
A partir de ahí se transformó el concepto. Se planteaba que el Estado no debe dar el bienestar social, sino que éste debe darlo la propia sociedad: Sociedad de Bienestar. Son las empresas privadas las que gestionan ese bienestar. Las empresas privadas se encargarían de la supervivencia de las clases medias y bajas de las sociedades europeas a través de la financiación de las garantías sociales
A día de hoy, el Estado de Bienestar muestra un fracaso en pleno siglo XXI. La incapacidad de acceder a puestos laborales y las dificultades para encontrar una vivienda son los pilares básicos que sustentan nuestra crisis económica. A lo largo de más de 15.000 años, desde los orígenes del ser humano, éste ha sobrevivido en el medio físico como ha podido, de acuerdo a las circunstancias propias. El núcleo familiar se erigía como la raíz de supervivencia del individuo y del colectivo. La evolución de las sociedades ha seguido un ritmo cada vez mayor en menos tiempo. Es decir, han ocurrido más cambios tecnológicos, científicos y culturales en muy poco tiempo. La asimilación a nuevos modos de vida depende del lugar en el que nacemos, vivimos, nos desarrollamos y morimos. Obviamente, no podemos culpar la sociedad en la que vivimos y decidir seguir las costumbres de los bosquimanos de Papúa Nueva Guinea en una sociedad consumista y mediocre
En mi opinión, el Estado de Bienestar ha fracasado. La ciencia y la tecnología han provocado un aumento de las tasas de producción, pero también de las tasas de desempleo. Una población envejecida que consume muchos servicios, el parasitismo de la mano de obra bajo protección sindical, los trabajadores perezosos protegidos por el Estado,... Para que nos entendamos: el Estado Público es incapaz de sostener la pesada carga de 46 millones de personas en nuestro país, por poner un ejemplo. El Estado Privado es el único capaz de garantizar la Sociedad de Bienestar: hospitales privados, colegios privados, viviendas sin protección,... Pero, ¿acaso la privatización de la sociedad va a permitir acabar con la desigualdad social? Temiblemente, lo dudo. Me recuerda a un país del que nos separa un océano, pero cada vez nos unen más cosas.
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